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lunes, 22 de septiembre de 2014

AGENDA ESCOLAR III: De los errores se aprende

Este post está dedicado a todos los errores que cometí haciendo la agenda de Camila, porque soy humana y sí, cometo errores como todos y tengo que buscarme las habichuelas para subsanarlos. Y eso es lo que muestro, qué errores cometí y cómo los solucioné.

DIY agenda scrapbooking

 “Antes de fraile fui monaguillo”, así dice un refrán que traducido a mi situación sería “antes de blogger fui lectora”. Cuando seguía blogs o veía tutoriales que compartían sólo fotos de sus artesanías, siempre pensaba: “¡qué envidia! Ni manchan, ni les salen imperfecciones, todo les queda bien prolijo” (me encanta esa palabra argentina, ¿hay sinónimo en España?mi madre diría queda muy curioso, pero no sé si es una expresión equiparable, porque no es tampoco perfecto).

Pues yo soy un desastre, cada vez que hago algo la lío parda y eso que tengo cuidado. Se me pegan cosas en las manos (y en las mangas del jersey perdiendo cosas), ensucio, mancho y, en el peor de los casos, estropeo muebles. Se me espachurran los trabajos o tengo accidentes cuando ya están casi acabados (como derramar un vaso con el agua sucia de pintura sobre un cuadro T_T), vamos que creo que no debo de ser de lo más patoso, que hay otra explicación, ¡¡¡ssssssshhhh!!! los bloggers son como el resto del mundo pero sólo enseñan lo mejor (al menos la mayoría). Aunque la teoría de mi madre es otra: las fotos engañan, se ven muy bonitas y luego son churro, como las de los catálogo de compras.

Además, ¿conocéis al monstruo del suelo? siempre que estoy haciendo una manualidad, algo se me cae al suelo y el monstruo del suelo se lo come, y ya no aparece, o lo hace varios días después, imagino porque al monstruo del suelo le sienta mal y lo escupe. Así que tengo que volver a hacer cosas que ya hice y desaparecieron en el suelo.

Pues bien, consciente de que no es oro todo lo que reluce, he decidido ir poniendo cómo arreglo los desarreglos. Hasta que no he hecho esta agenda, no me he dado cuenta de que no escribía sobre cómo arreglar imperfectos, cómo mejorar las técnicas, cómo algunos trabajos que hago son un fracaso y los repito tantas veces como sean necesarias hasta que lo vea, al menos, decente y es que al final, es de los errores de los que aprendemos. Otro refrán: haciendo y deshaciendo la niñita va aprendiendo.

Así que claro, esta agenda ha tenido muchos errores, algunos he podido subsanar con un parche y a otros le he tenido que hacer la vista gorda (porque no tenía tiempo de repetirlo todo) y esperar que pasara desapercibido, aunque ya lo tengo en cuenta para próximos trabajos.


En el caso del scrapbooking en general, y de esta agenda en particular, me quedo con las palabras de un profesor en un taller sobre esta técnica. Helio nos dijo “No tengais miedo, es papel y solo papel”. Y eso me dio confianza.

Un error común es comprar en el bazar porque es más barato que en las tiendas especializadas, pero eso hace que la calidad sea nefasta casi siempre. Yo lo sé con los washi tape, aún así los compro cuando veo que me gusta el modelo. Estos se despegan con facilidad, por eso antes pongo unas gotas de pegamento en el washi, así no se cae.


Lo cierto es que con el scrap, al igual que en otras técnicas, puedes poner una flor tapando un manchurrón o pegar unos recortes o lo que se te ocurra, que quedará arreglado. Un ejemplo en mi caso: Sam, de Tu cocina te llama, me hizo el dietario y había un fallo (Sí Sam, no te dije nada, porque tenía solución) donde decía “Abril-Mayo” debería venir “Junio-Julio”. Pero no pasó nada, hice un sol amarillo, puse el nombre de los meses correctos y lo pegué. Ahora es un detalle que luce mucho.




Otro fallo en el que he vuelto a caer (la persona es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, buf que refranera ando hoy) es en el de no tener en cuenta el encuadernado. Hay que pensar que las anillas necesitan espacio y dejar un margen en aquellas cosas que no queremos que sean afectadas por el encuadernado. Yo deje muy poco espacio en esta tarjeta y al encuadernar hizo unos pequeños agujeros. Espero que Camila piense que es un detalle a posta. Para la próxima trataré de acordarme, aunque conociéndome, se me olvidaré.



También en relación con el encuadernado, al menos con el de espiral. Yo quise tener tres medidas de largo diferente dentro de la agenda, de mayor a menor, portada, separadores e interior. En mi mente todo estaba perfecto, todito lo veía centrado, pero en la práctica fue imposible, porque tendría que haber tenido en cuenta la separación que hay entre anillas para así calcular las medidas. A la próxima no me complico, “to por iguá” (todo por igual, al estilo semanasantero andaluz)


Hice una hoja súper personalizada con el sellado del nombre, carvé hasta el sello. Pero al estampar, me quedó un poco manchurrón arriba a la derecha (en la foto a penas se aprecia, mi madre tiene razón :S ) Así que coloqué una foto encima que disimulara la falta y aquí paz y luego gloria.



Creo que esto es todo en lo que erré o tuve problemas, al menos que me diera cuenta. No es poco, ¿no? Pero a otras cosas me adelanté y traté de poner solución antes de que aparecieran, más vale prevenir que curar (que sí que soy la pesada del refranero)

En la contraportada no tuve problemas porque los vi venir, pero os lo cuento. Hice primero el cuaderno, y luego la portada, por lo que caí en la cuenta de que ésta tenía que ser más ancha y más larga que aquel. Igualmente, tenía que tener en cuenta que la solapa en la que se metería el cuaderno, también debería tener holgura.


Como esta agenda es para una preadolescente de 13 años que va al instituto y que la llevará en su maleta llena de libros, tuve que pensar en la mejor opción para que resistiera. Así que pensé en ponerle delante y detrás dos caratulas transparentes que protegieran del roce a la portada y contraportada.

Las esquinas metálicas fue una propuesta del dependiente de +Bricoarte Huelva, pero cosa mía fue el colocarlas sin dañarlas (tengo experiencia en bisutería) Así que lo mejor para no arañar un metal que vas a trabajar con una herramienta, es poner entre ambas una tela.


Creo que esto es todo de lo que podemos aprender para la próxima. Yo por haberlo vivido y vosotros porque no necesitáis vivirlos, podéis aprender con los errores de los demás, en este caso con los míos.

Si queréis ver los post anteriores en los que explico cómo hacer la agenda, sólo tenéis que pinchar sobre los titulos siguientes:

AGENDA ESCOLAR I: La portada y contraportada

AGENDA ESCOLAR II: El interior.

AGENDA ESCOLAR III: De los errores se aprende

¡¡¡Feliz semana!!!

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