Mi post de hoy, por el día del padre, es de los más personales que haya hecho. ¿Es que antes no lo eran? No, simplemente es que en este os quiero hablar de mi padre y cómo él influyó en mí y en mis manualidades. Hace tiempo que quiero escribir sobre él, pero no es tan fácil para mí. Manolo, ¡va por tí!
Creo que en vísperas del día del padre este post puede ser mi regalo al mío. Hace 15 años que se me fue, y aún así, en cada manualidad que hago hay un trozo de él. Siempre pienso en cuál sería su opinión, sus críticas y sus consejos. Y cuando me atoro en algo, cuando llega la solución le doy las gracias, porque sé que él es que me lleva en el camino.
Quiero que este post sea un pequeño homenaje a parte de su obra, ya que él nunca pudo (quiso) exponer. Pero creo que debo compartir con el mundo su arte, aunque sólo sea una selección. Porque era un auténtico artista.
Mi padre era un hombre con una inteligencia emocional especial para los hombres de su generación. Era un hombre pro mujeres, siempre me decía "no necesitas ningún hombre a tu lado que te mantenga, las mujeres sois autosuficientes; si tienes un hombre, que sea por puro amor" a esto siempre iba unido otra de sus frases celebres: "hija, no te fíes ni de los hombres, ni de los políticos, que todos son prometer hasta meter y una vez metido, olvidar lo prometido". Era de esos hombres se desvivía por su mujer y sus hijos. Se preocupaba porque mi hermano y yo nos desarrolláramos a nuestro antojo, por eso nos animaba en cada una de las tareas que empezábamos. Por las circunstancias de la vida, fue él, el que me enseñó el amor por las manualidades, me enseñó a hacer punto de cruz y trató de enseñarme a bordar (aunque de estas dos sólo conocía la teoría fue un gran maestro). Lo que más le sorprendía a mis amigas era que mi padre me enseñó a maquillarme, ya que mi madre no podía.
A mi padre le gustaba hacer muchas cosas, las más destacables eran el bricolaje y la pintura al óleo. La verdad es que sus primeros cuadros, aunque con buena voluntad, eran un poco.... opinad vosotros.
Aunque no todos eran así. Tuvo uno que destacó durante mucho tiempo, unos melocotones muy apetitosos.
Pero su "profesionalidad" llegó en uno de los peores momentos. Durante su lucha contra el cáncer consiguió acudir a clases de pintura (todo un sueño para él). Durante ese tiempo hizo grandes cuadros. Tan grandes como él.
¿Queréis ver claramente cual es la diferencia de antes de tener la técnica y después? Pues mirad estos dos veleros. Mi padre estaba empeñado en pintar un velero del que tenía una foto, y como dice el refrán, quien la sigue, la consigue, y en vez de uno, pintó dos. Como os imagináis era un hombre constante y poco conformista.
Aunque su especialidad era el óleo, había veces que pintaba a con lápices o con acuarelas.
Pero no sólo pintaba cuadro, también le gustaba pintar figuras de escayolas o de alabastro. Pintó todo un belén, pero ese os lo enseñaré alguna Navidad, porque merece un post propio. Hay dos figuras que destacan sobre todas, una virgen del Carmen que hizo para mi abuela y un águila hiperrealista (curiosamente, también de su primera etapa)
Su último trabajo lo terminó un día antes de dejarnos, estas calas o jarrones
Ya os digo que esto es una pequeña muestra del arte de mi padre y un regalo para él por este día del padre. Gracias si os habéis quedado hasta al final.
Os espero en el siguiente post.
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